Ambiance callejera y bocadillos legendarios en pleno corazón del Raval. Este templo del sandwich barcelonés lleva décadas alimentando a los noctámbulos con sus creaciones artesanales. Entre sus paredes de azulejos vintage y el bullicio de los parroquianos, encontrarás el ambiente perfecto para compartir tapas y risas con tu grupo. La estrella indiscutible: sus bocadillos preparados con pan crujiente y productos de primera calidad. Un local auténtico y sin pretensiones donde las historias del barrio se mezclan con el aroma del jamón recién cortado.