Si buscas una taberna que tenga alma andaluza sin moverte de Madrid, aquí está tu respuesta. Ambiente flamenco y rumba en directo, una decoración que te transporta directamente al sur, y una carta donde brillan las tortillitas de camarones, el pescaíto frito y la gamba blanca. La cosa se pone seria cuando llega la noche: guitarras, palmas y una energía que te hace olvidar que estás en Carabanchel.
Tienen varios espacios, desde el salón principal hasta La Makande, una sala que puedes reservar para montar tu fiesta privada con los tuyos. Y si hace buen tiempo, su terraza con aires andaluces es un planazo para tomar unas cervezas mientras picoteas. Los viernes se convierten en Noches Flamencas, así que prepárate para cantar, bailar y sentir el duende. Aquí no solo se come, se brinda, se comparte y se vive.